En estos momentos donde todo se nos
presenta en modo culebrón de chorizos, que cada día aparecen en la
ventana de la vecina, que se ha convertido la tv, me toca mirar al
horizonte y respirar profundo. Que tiempos duros estamos viviendo
donde el último de la clase marca y abandera el lugar de la pizarra
y define la pauta a seguir. Yo, pese a todo, me niego a quedarme
en el pupitre de la conformidad, quiero salir de la clase aunque
suspenda el curso.
En estos momentos siento que ni ese
derecho se nos respeta, somos sin dudarlo la generación que ha sido
engañada en muchos aspectos: nos formamos y luchamos porque este
país se modernizara e hiciera de la cultura el baluarte de una
nueva región, la Canaria, y de un nuevo país.
Que engaño.
Han marcado la senda de este camino
hacia el futuro: el especulador, el corrupto y el saqueador político
y el dinero manejado a su antojo de la banca. Ante todo esto me queda
mirar hacia , lo que el pensamiento metafísico define como “La
fuente”, y dejarme llevar como a lo largo de estos años.
Algunos la llaman inspiración, para
mi es el dialogo entre lo que nos ha dado la vida (Dios, universo,
Átomo...) y la materia a través de la fuerza creativa que todo lo
puede. Por eso el acto creativo es tan potente, como si los
sentimientos entrarán en ebullición constante.
En estos días he vivido esta
experiencia. Yo modelé, con arena fina, una cara que
poco a poco dejaba de ser arena para convertirse en algo lleno de
vida y recordé la frase de Miguel Ángel cuando decía que el David
estaba dentro del bloque de mármol el solo había quitado, lo que
sobraba. Que buena definición del arte.
Mi pequeña cara, hizo que
delante mía, una mujer con su niña formara dos caras arcaicas de
arena que en un acto de vergüenza, convirtió de nuevo en arena
pero demostró, la maravillosa fuerza del acto creativo. De repente la
arena, masificada por todos los bañistas, se convirtió en una
oportunidad de expresión.
Crear puede ser: barato, mágico y transformador
que más se puede pedir.
Les mando un enlace muy interesante
sobre el poder de la intención.