Otra vez empieza la vida sin
vacaciones, para los que las han podido disfrutar, y da comienzo los
colegios, los trabajos y, en el peor de los casos, la monotonía
diaria sigue su curso. Todos volvemos a nuestras vidas luchando por
conseguir la hoja de ruta, que en mi caso, se llamada ilusión.
Los que tenemos niñ@s en casa nos
damos cuenta que lo más importante y fructífero que debemos
transmitir es llenar esas pequeñas cabezas, de cariño, estimulo,
entusiasmo y de esa palabra, choteada y hasta mal entendida, llamada
amor.
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intervención artística-crítica en Madrid. http://www.escritoenlapared.com/ |
El amor es sin duda como el acto
creativo, no es necesario pero nos cambia la vida, las horas los
minutos y los segundos de una realidad, que en ocasiones, es gris o
como mínimo confusa.
Pero ante toda está lucha vienen
aquellos que aconsejan que nos vayamos de nuestras tierra en busca
del oro, olvidando todo lo demás. Aprendamos Alemán, Ingles,
Mandarín...
da igual lo cierto es que, para ellos
los “especialistas” la salida está ahí fuera, lejos de nuestro
territorio y de nuestras raíces. La pregunta es clara...
¿Quién se quedará aquí, a solucionar
esto?
Dejaremos nuestra tierra en mano de los
especuladores emocionales que tanto daño han inyectado a nuestra
sociedad, porque como sigamos con está confusión así va hacer.
Tenemos que quedarnos aquí, para empezar a cambiar lo más
importante, nuestra mentalidad interior , el como vivimos y que
principios rigen nuestra vida.
La crisis puede estar en nuestro
bolsillo pero no en nuestra mente, esa crisis no hay trabajo, hipoteca o
préstamo que lo solucione.